jueves, 24 de febrero de 2022

Viaje a Chania. Día 4: Un monasterio, letras y vistas de ensueño.

Hoy comenzamos el día un poco más tarde, pero no por ello estuvimos listos antes... El punto de encuentro fue la puerta del hotel, donde cogimos un autobús para ir a nuestro primer destino de hoy: The Agia Triada Monastery, un monasterio muy bonito en lo alto de una montaña en el que no sólo vivían unos monjes ortodoxos muy amables, sino también una gran colonia de simpáticos gatos.



En su interior pudimos ver primero una iglesia ortodoxa llena de imágenes religiosas y una gran lámpara con imágenes de los distintos santos. Además, una cosa que nos llamó mucho la atención fue que en la cúpula estaba pintada la imagen de Jesús, que sostenía la lámpara. 

El segundo destino dentro del monasterio fue un museo que estaba lleno de cuadros, vestimentas antiguas, crucifijos, monedas… En definitiva, las cosas típicas religiosas. Tras ello, visitamos una habitación llena de huesos y calaveras de los antiguos monjes que habitaban allí, algo que resultó bastante escalofriante y extraño a la vez. Finalmente, despedimos este primer destino tomando unas "fantas griegas" y unos dulces de la zona. Como despedida, nos regalaron un libro explicativo del monasterio.



Tras esta visita tan poco ortodoxa (¿o muy ortodoxa?), fuimos a un mirador desde el cual se contemplaba toda La Canea, y nos echamos estas fotazas: 



Después del mirador fuimos al tercer y último destino de hoy: el museo de tipografía de Hania. Que aunque su nombre no era muy atractivo, resultó ser una visita muy práctica y entretenida. Allí nos dividieron en dos grupos: mientras uno visitaba el museo, el otro se quedaba en la recepción respondiendo algunas preguntas sobre la tipografía, la importancia de ella en distintos documentos, de la lectura digital etc… 

En la visita guiada nos enseñaron algunas cosas, como por ejemplo: cómo se imprenta un folio con una plantilla, o cómo se graba una tarjeta o ticket. Lo más entretenido fue hacerlo nosotros y llevarnos una cartulina de recuerdo.

Después, nos mostraron cómo funciona la máquina original Heidelberg, que pudimos ver más tarde, a través de un vídeo. Y vimos máquinas del siglo XV.

 

Posteriormente fuimos a otra sala en la que había muchas máquinas de imprenta y como dato curioso: ¿sabíais que el Pato Donald procede de Italia de la época romana? 

En el piso de arriba había una exposición de distintas formas y escrituras cuyas explicaciones estaban en griego y en francés, por lo que pocos entendimos algo de lo que ponía.

Al acabar fuimos por fin a reponer fuerzas, lo necesitábamos ya. Como anécdota, hoy tuvimos un encuentro online con nuestros compañeros de segundo de bachillerato. 

Una vez finalizada la videollamada nos pusieron de primer plato unas ensaladas, algo normal y típico. De segundo entrante nos ofrecieron unas empanadas de queso, de las que quedaron más de la mitad, y por fin nos trajeron la comida, espaguetis con pollo, o ¿con mono Inés? Al acabar estuvimos hablando con nuestros nuevos amigos sobre distintos temas de interés, y después nos acercamos al hotel, tras lo cual fuimos a comprar los recuerdos para nuestras familias, ¡no nos queda nada de tiempo ya!

A la hora de la cena, nos acercamos al interior de la ciudad, ya que la noche estaba azotada por el fuerte viento.  Esta vez elegimos cenar en un restaurante mediterráneo, cuya comida era deliciosa. Después de cuatro intensos días, se iba notando el cansancio que, junto con el frío, hizo que decidiéramos irnos a dormir temprano para ir preparando las maletas de regreso y así poder aprovechar al máximo nuestro último día.


¡Seguimos trabajando, seguimos aprendiendo!

Inés, Jesús, José Ángel, Lucía, Manuel, María, Sofía, Ana y Paz.


1 comentario: