jueves, 20 de enero de 2022

Viaje a Estambul: día 4. "Titanic, talleres y animales en Kadiköy".

Esta jornada comenzó con un suceso que todavía no se había visto en los 4 días que llevábamos en Estambul: ¡Desayunamos todos juntos!. Después de este maravilloso momento (que esperábamos que se repitiera al día siguiente), fuimos hacia el puerto para embarcar en el "Titanic" que nos llevaría hasta la costa asiática. El viaje estuvo protagonizado por canciones de Queen, El Barrio, el mítico "My heart will go on", las palmas flamencas de Laura y Claudia y las famosas fotos de Szymon. Llegando al barrio de Kadiköy, de vuelta en Asía, fuimos atacados por una bandada de gaviotas pero todo quedó en un susto. 


Cuando pisamos tierra nos sorprendió la cantidad de perros callejeros que había deambulando por las calles, e incluso tuvimos a un buen número de ellos como compañeros de paseo, tras el que llegamos a "La casa de arte". Allí realizamos dos talleres por equipos internacionales: uno de caligrafía en el que Javier y Claudia triunfaron y dejaron asombrados a los profesores, y otro de pintura de piedras que acabó siendo un concurso ganado por Emma, Patrycja y Ana, dos de nuestras compañeras polacas. 





De la comida de esta jornada no tenemos mucha queja porque nos pusieron una carne que nos gustó bastante, en un restaurante típico de kebab. Por cierto, ¿tortilla de patata con cebolla o sin cebolla? Carlos y Emma lo tienen bien claro (aunque ninguno coincida). Durante la degustación de este plato, una de las profesoras polacas, Ewelina, tuvo un pequeño problema al desensartar su carne de su pincho y tuvo que sacar sus dotes de "matadora". Una vez terminamos la comida, hicimos un "walking tour" que culminó en la estatua de un toro que resultó ser el símbolo del barrio en el que nos encontrábamos. 

Después de eso tuvimos tiempo libre, que aprovechamos para tomar un café, en compañía de nuestros amigos griegos, que Emma se tiró por encima (qué raro). José María y Javier aprovecharon para comprarse unas gafas "vintage" y pasearse cuales Paris Hilton y Kim Kardasahian. De vuelta al barco con destino a Europa nos encontramos con un temporal que no nos gustó mucho, ya que mientras cantábamos la canción de Titanic (sí, una vez más), pudimos acabar como aquel barco (Laura la dramática dixit). 

En el tiempo libre volvimos al mercado de especias, donde pudimos comprar nuestros souvenirs, para más tarde volver al hotel y salir a cenar en un restaurante muy cercano. En un momento determinado, nos dimos cuenta de que José María, el viejo del pueblo, y el "señor" Javier estaban hablando entre ellos en inglés... ¡parece que la experiencia empieza a dar sus frutos! 
Cuando ya estábamos pensando en regresar al hotel se unieron a nosotros los compañeros polacos, y nos quedamos charlando hasta que de pronto sonó una melodía que hizo que todos nos pusiéramos en pie (e incluso que Patrycja, en pantuflas, viniera corriendo a bailar en plena calle): ¡La macarena! 

¡Seguimos trabajando, seguimos aprendiendo!
Ana, Carlos, Claudia, Emma, Javier, José María, Laura, Paz y Miguel.

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