lunes, 17 de enero de 2022

Viaje a Estambul: día 1. "Compañeros, baklava y tatuajes".

Nuestra aventura de hoy comenzaba cuando aproximadamente a las 7 de la mañana comenzaron a sonar los cánticos de la imponente llamada a la oración musulmana. Aunque bueno, no para todos fue así. Resulta que la noche anterior a la hora de poner las alarmas, Claudia (la que le susurraba a los animales), Emma (la despistada), Laura (la dormilona) y Ana (la mamá de todos) pusieron la alarma en hora española. Total, que era o quedarnos sin desayuno o quedarnos en tierra, por lo que decidimos tomar la primera opción y comer algo rápido por el camino. 


Anduvimos por un parque, al cual no le veíamos fin, para coger el autobús que nos llevaría al instituto, ubicado en la zona asiática. En el transcurso del viaje, cuando nos acercábamos al puente de Galata que une las regiones europea y asíatica, una barra de plástico asesina intentó acabar con Miguel cuando se despegó del techo. Una vez en el instituto, nos sorprendió su estructura, que era parecida a la de una discoteca. Tras la entrega de unos pequeños obsequios, un juego con la intención de conocernos un poco más entre todos y un pequeño almuerzo, llegó el turno de nuestra presentación en el que una vez más volvimos a sorprender con la cultura rural de nuestra zona.  



A la hora de la comida nos sorprendieron con una sopa verde de lentejas que, siendo sinceros, no tenía muy buena pinta, unas "meatballs" que tenían de todo menos "balls", y pudimos saboreas los típicos "baklava" de postre, así como un té turco. Aprovechamos la comida para enseñar palabras míticas y costumbres españolas a nuestros compañeros polacos, que acabaron en una competición de quién dura más con un palillo al estilo de bares con José María (el viejo de pueblo), la cual acabó en la cena con un resultado indefinido (¿continuará mañana esta ardua batalla?). 






Al volver al instituto, sacamos nuestro lado más artístico pintando cuadros (los cuales no tenían mucho sentido) y tuvimos unos tratamientos de belleza en los que nos maquillaron, peinaron y tatuaron con henna. 




Cuando volvimos a Europa, hicimos una parada en el hotel para que la despistada de Emma durmiera 15 minutos de siesta antes de salir a cenar. Cuando llegamos al restaurante en cuestión, nos deleitaron con un espectáculo gastronómico de un plato que eligieron Paz y Miguel (testi kebab). 


Al llegar al hotel hicimos reunión en la habitación de Carlos, José María y Javier y nos fuimos a descansar para el turismo a pie del siguiente día.

¡Seguimos trabajando, seguimos aprendiendo!

Ana, Carlos, Claudia, Emma, Javier, José María, Laura, Paz y Miguel.

5 comentarios:

  1. Me parece muy interesante todo, a seguir disfrutando.

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  2. Aprendiendo y a la vez pasándolo bien. Me alegro

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  3. Muy interesante!! Esperando el siguiente!!

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  4. Me doy un paseo de Europa a Asía y de Asía a Europa. Y todo en un periquete. Qué experiencia!

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