Viaje a Estambul: día 3. "Nieve, cafeína y miedo a las alturas".

El tercer día, y con el cansancio por bandera, Jose María (el viejo de pueblo) el "señor" Javier y Carlos se quedaron dormidos después de que literalmente sonaran 6 alarmas. Aún así, fueron Claudia y Emma las que llegaron tarde al punto de encuentro matutino: la entrada del hotel.

Hicimos un pequeño trayecto a pie, mucho más bonito gracias a la intensa nieve que caía, aunque Laura casi se queda ciega al mezclarla con la luz del sol (es una dramática). Y por fin llegamos a nuestro primer destino: el Palacio Topkapi. Allí vimos la segunda colección más grande del mundo de porcelana china entre otras muchas cosas como armas y "cositas" 🤙🏽 de mucho valor como diamantes y una daga con esmeraldas y un reloj engarzado en su puñal.

Después de un largo paseo en el que cruzamos el puente de Gálata hasta el otro lado del Bósforo (sobreviviendo al tráfico y a los anzuelos que sobrevolaban nuestras cabezas), nos montamos en el metro más antiguo y corto del mundo, en el que Szymon (el fotógrafo oficial) casi se revienta contra el cristal del vagón al ir a tomar una instantánea. Esperemos que después del golpe no olvide el español que ha aprendido, especialmente la importantísima palabra "peLeLe".

Después fuimos a comer, aunque eso de comer no fue del todo así, ya que no nos gusta demasiado la comida típica de aquí. Por lo menos pudimos pasar un buen rato con nuestros compañeros. Al no comer nada, decidimos ir a varias cafeterías para beber el tercer café diario (el sueño ya casi es un compañero más del viaje).

Tras atravesar una calle más larga que un día sin pan, llegamos a la plaza principal de la ciudad, Taksim Square, en la que únicamente nos hicimos unas fotos debido a la fuerza con la que caía la nieve, y volvimos sobre nuestros pasos para hacer un recorrido aún más largo hasta la "Galata Tower". Desde lo más alto de esta, pudimos disfrutar de unas impresionantes vistas, aunque para Claudia, Emma y Jose María no fue tan divertido debido a su miedo a las alturas y a tener que bajar por las enormes escaleras que nos llevaron de nuevo a nivel del suelo. 

 

En nuestro viaje de vuelta, y como no podía ser de otra forma, hicimos una parada para retratar un lugar mítico de las novelas turcas: unas escaleras que han aparecido en varias producciones televisivas (como "Love is in the air").

Después de esperar mucho tiempo a Jose María y Javier para que fuesen al baño y se tomaran un café (sí, otro), fuimos al conocidísimo Bazar de las Especias, en el que a Miguel le dieron un té de menta que le hizo respirar en 4K FullHD, mientras que a Emma la timaron con 4 bolsinas de té por un precio desorbitado y quiso salir corriendo.

Después de toda esta aventura, llegamos a las habitaciones del hotel con los pies doloridos mientras los profesores estaban en una reunión para la próxima movilidad del Erasmus+.

Cuando terminaron, fuimos a cenar a un restaurante cercano, aunque sólo aquellos de nosotros que todavía teníamos fuerzas para arrastrar los pies. Con esto terminó otro intenso día en Estambul, en el que nuestras relaciones con nuestros compañeros de otros países se han visto muy reforzadas.

¡Seguimos trabajando, seguimos aprendiendo!

Ana, Carlos, Claudia, Emma, Javier, José María, Laura, Paz y Miguel.