sábado, 2 de octubre de 2021

Viaje a Helsinki: día 0. Un coche, un avión y... ¡Finlandia!

Como docentes que trabajan en Extremadura, sabemos que desplazarse al extranjero no es sencillo. No es necesario mencionar la huelga de Renfe: lo relacionado con trenes no nos afecta puesto que damos por hecho que no van a funcionar con normalidad. Teniendo esto en cuenta, salimos en coche desde Cáceres con suficiente tiempo de antelación para atajar cualquier imprevisto que pudiera suceder. Imprescindible parada para tomar el café de rigor, donde intercambiamos anécdotas típicas de provincianos que toman un avión de cuando en cuando.
Retomamos viaje hacia Madrid, donde después de una cena agradable nos dirigimos al hotel para descansar y reponer fuerzas antes del vuelo. Extraña sensación al llegar al aeropuerto. Después de una larga temporada sin normalidad, nos pareció asombroso poder tomar un avión con destino a un país nórdico. Cabe destacar que en un aeropuerto no saturado de viajeros, las normas de seguridad se siguen de manera rigurosa, lo cual nos hizo sentir muy seguros. Pasaporte, certificado COVID, billete, check-in, maleta, control de seguridad (calzado fuera, cinturón fuera, ordenadores a la vista….) Todo bien. Por cierto, si vais a viajar no olvidéis quitaros el reloj al pasar el control. El de Miguel se quejó bajo el arco de seguridad. Una vez salvados los “escollos” tocó relajarse con un desayuno en la terminal. Revisamos salida: puerta K68, embarque a las 9:45. Finlandia, ¡allá vamos!
1,2,3,4 horas y… tervetuloa Helsinkiin! Una de las condiciones que contempló la organización del curso era, además del certificado de vacunación, una prueba negativa PCR. En el mismo instante en que hicimos el check-in del hotel, nos llegó el resultado (negativo) de la prueba. ¡Viva! Miguel y Alejandro son grupo “burbuja” oficialmente. La tarde dio para una vuelta de reconocimiento por la ciudad. Tuvimos ocasión de ver una manifestación por el cambio climático, entre otras cosas (el traductor de google nos pudo ayudar lo justo) y nos acordamos de la sensibilidad de nuestro amigo y compañero Rubén con esta temática tan importante. El tiempo justo para acercarnos a la Catedral y ver lo majestuoso de las construcciones finesas, comprobar que lo que para nosotros es frío, para algunos habitantes de este gélido país es una oportunidad para darse un baño e intentar ir tomando el pulso poco a poco de esta bella ciudad. Para rematar el día, y no queriendo arriesgar mucho, dimos cuenta de una hamburguesa (ya habrá tiempo de probar comidas típicas del lugar) y nos tomamos una pinta de cerveza de una marca local (Karjala). Extraña sensación la de cenar a las 18.30 hora española, pero todo es cuestión de acostumbrarse. Veremos a ver los siguientes días. ¡Deseando empezar a aprender de nuestros compañeros finlandeses.
Alejandro y Miguel.

1 comentario:

  1. Fantástico, me encanta como se retransmiten los pasos dados.. adelante y a conseguir vuestros objetivos

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