La última imagen que tuvieron nuestros amigos griegos ayer fue de un grupo de españoles en un Irish pub. Cuando nos los encontramos en el desayuno lo primero que nos preguntaron fue: ¿qué hicisteis anoche que destrozasteis las redes? No está mal empezar con un chiste a las 7 de la mañana, nos esperaba un día con un programa muy exigente. Por la mañana estuvimos en Porvoo, un pueblo pesquero a una hora de Helsinki con una historia impregnada con retazos de Rusia, Suecia e incluso Estonia.
La guía nos explicó que la confluencia de personas de diferentes orígenes propició un ambiente muy adecuado para los negocios. Después de la visita, en el escaso margen de tiempo con que contamos, dimos un agradable paseo por la zona comercial y turística y nos metimos en un acogedor café. Allí pudimos observar que algunos de nuestros compañeros de curso ya estaban aprovechando el receso para tomar la comida principal del día: distintos países, distintas culturas, distintas horas para comer.
Eso es lo que hicimos nosotros al llegar a Helsinki de nuevo, comer. Y lo hicimos en un lugar emblemático de la ciudad: la biblioteca. Nos acordamos mucho de nuestros compañeros Rubén, Eva y Jose con los que hemos estado trabajando en el proyecto de aula del futuro. Los espacios eran realmente impresionantes e innovadores.
Tras este breve tour, llegaba uno de los platos fuertes de nuestra formación: la visita a los centros.
La escuela a la que asistimos, llamada Karakallio Kuoku, se construyó hace 50 años, pero fue restaurada hace 5. Por tanto, los espacios fueron los protagonistas, como podéis ver a continuación.
No solo los alumnos se benefician de estos espacios, sino también los docentes del centro: todos tienen amplias zonas de descanso y de trabajo, todo totalmente amueblado y decorado en un estilo moderno (incluso se pueden encontrar obras de arte de un museo cercano). Nos llamó la atención que todas las aulas (Historia, Matemáticas, Inglés) contaban con un espacio que integraba un grifo con una pila, armarios y cubos de reciclaje bien delimitados. Para nuestra anfitriona Riitta Micola es tan cotidiano que le costó entender la pregunta. Le trasladamos también algunas preguntas de nuestros alumnos, en este caso sobre las clases de Educación Física y la vacunación del alumnado.
De todo lo que hemos aprendido, los siguientes puntos son los que nos parecieron más interesantes:
Ratio máxima de alumnos: 22 (en otras escuelas la ratio es mayor, hasta de 30 alumnos).
Los estudiantes son quienes se desplazan a las diferentes aulas.
Algunos profesores imparten dos asignaturas diferentes (hay 40 para 400 alumnos).
Las asignaturas no tienen un currículo fijo, y es el docente quien elige qué tratar.
Su sistema de mensajería oficial y otras comunicaciones (nuestro Rayuela) es de pago.
No se aceptan pagos de las familias, ni siquiera para excursiones.
Los profesores tienen diferente salario, según las asignaturas que imparten (el número de horas de cada uno varía para que el salario se equilibre).
¡Seguimos aprendiendo!
Alejandro y Miguel.
Muy interesante, así dará más gusto estar en el insti... Y las medidas anticovid? Como va por ahí?
ResponderEliminarPues yo veo cosas bastante buenas y otras no tanto.... a ver qué nos siguen contando los "chicos"
ResponderEliminarSupuestamente la mascarilla es obligatoria en interiores, pero muy poca gente la utiliza. En cuanto a las clases, la mascarilla no es obligatoria desde hace un tiempo, pero los alumnos las llevan igualmente. En este curso nos han dejado muy claro que la mascarilla es totalmente obligatoria en todo momento, incluso en las salidas de campo.
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