Viaje a Cracovia: Epílogo. "Sueños".

¿Ha sido esta semana un sueño? ¿Acaso no ha pasado nada de todo esto, y nos ha invadido el espíritu soñador de Resines? Y de ser todo verdad, ¿no ha sido demasiado perfecto como para no ser un sueño?

Han pasado tantas cosas, y tan rápidas, que bien podríamos estar ahora despertando en nuestras camas y pensar en todo ello como un simple producto de nuestro cerebro en fase REM: algo ya lejano, pero que no se irá jamás.

Habéis conocido gente y habéis hecho amigos de diversos países y culturas, los habéis sabido respetar con vuestras diferencias, habéis sido tolerantes, abiertos, divertidos, humanos, naturales...; habéis visto monumentos, os habéis enfrentado a dragones que escupen fuego, os habéis adentrado a las profundidades de la tierra y habéis subido a lo más alto de ella; habéis conocido los horrores del ser humano, y los habéis sabido sufrir por dentro y por fuera; habéis probado nueva comida (con mejores o peores resultados), habéis aprendido, quien más y quien menos, a orientaros en un nuevo lugar, habéis bailado y cantado, y habéis trabajado y aprendido; en definitiva, habéis hecho vuestro el espíritu del Erasmus+. Nuestro sueño cumplido.

Considerado en la cultura judía como un número mágico, espiritual, en definitiva de ensueño, el siete os ha acompañado en el trayecto. Han sido siete intensos días, en los que (vosotros siete) os habéis dividido en siete grupos que variaban a diario con el fin de acercaros a vuestros compañeros y realizar las actividades propuestas por vuestros amigos polacos. Muchos días empezaron alrededor de las siete de la mañana, y la cena llegó a menudo alrededor de las siete de la tarde. 

En ocasiones parece que soñar es fácil y que lo que uno se propone en sueños es inalcanzable, pero vosotros habéis demostrado lo contrario: nosotros nunca hubiéramos soñado con una semana así, pero la habéis hecho más que posible. Habéis subido el listón de nuestros sueños, y nos habéis enseñado que hay que soñar (todavía más) en grande. No dejéis de hacerlo vosotros tampoco.

¿Que cómo sabemos que esto no ha sido un sueño? Porque sabemos que no hemos soñado lo especial que hemos visto en cada uno de vosotros. Desde la dulzura, a la determinación, pasando por la inteligencia, la valentía, el sentido del humor y el saber hacer, nos habéis dado lo mejor de cada uno. Y es por ello que deseamos que esta experiencia siga siempre en vuestros sueños, y que vuestros sueños se cumplan gracias a lo aprendido en esta experiencia.

De corazón, gracias por este sueño hecho realidad. 

Paz y Miguel.