Un asombroso invierno
Pronto no habrá amapolas.
Eliminadas como malas hierbas,
van desapareciendo de los campos.
Ya no se extenderán las rojas pinceladas
del viento en los trigales.
¿Quién entenderá, entonces,
los cuadros de Van Gogh?
Todavía es un mundo familiar,
aunque cambios sutiles ya me alertan:
no volverá jamás a ser el mío.
No es ningún infierno: permite comprender.
Llega el olvido, tranquilizador.
Y vuelve, siempre vuelve, la alegría.
Estos versos pertenecen a Joan Margarit, el poeta catalán
de 81 años que acaba de recibir el Premio Cervantes.
Es autor de versos tanto en catalán como en castellano; y
confiesa escribir en las dos lenguas, no es traducción una de otra.
“A veces el castellano salva al catalán y al revés.
Son dos poemas, uno en cada lengua, y no se enfadan
porque los dos los he escrito yo”
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